Existen números que, sin ser números racionales, se pueden expresar en forma decimal, siendo infinitas las cifras decimales tras la coma, sin que ninguna secuencia finita de éstas se repita en un mismo orden. Entre estos números tenemos pi, φ…
El número áureo (φ) cuyo valor es :
Es un número muy frecuente, que
determina unas relaciones de proporcionalidad que podemos encontrar en la
naturaleza, el arte y la arquitectura.
El número áureo se estudió desde la antigüedad,
ya que aparece regularmente en geometría. Se conoce ya de su existencia en los
pentágonos regulares y pentáculos de las tabletas sumerias de alrededor del
3200 a. C. En la antigua Grecia se utilizó para establecer las proporciones de
los templos, tanto en su planta como en sus fachadas.
Es curioso como este número irracional aparece
repetidamente en distintos aspectos de la vida y a lo largo de toda la
historia. Por ejemplo, en las esculturas de Fidias (Escultor griego),
esculturas y cuadros de Leonardo da Vinci y de Durero. En cuanto a arquitectura,
cabe mencionar que la altura de la pirámide de Keops depende del número de oro
así como aparece en el Partenón el rectángulo áureo (rectángulo en el que la
proporción entre la base y la altura es el número áureo).
En la propia naturaleza podemos encontrar el
número áureo en la forma y el crecimiento de las plantas, en flores, en
organismos marinos como la estrella de mar, en piñas y en conchas de moluscos,
como la concha Nautilus en la que se puede observar la espiral áurea (espiral
que depende del número áureo).
Así mismo, la razón entre dos términos
consecutivos de la sucesión de Fibonacci surgida a partir del problema de la
cría de conejos, tiende al número áureo.
La sucesión de Fibonacci aparece en el número de pétalos de las flores, en el
número de hojas consecutivas entre dos hojas de la misma orientación o en el
número de descendientes en cada generación de una abeja macho.
El número áureo se encuentra muy presente en las
proporciones antropomórficas. Con la representación que encontramos debajo, Leonardo dio a conocer
que el ombligo del ser humano divide al cuerpo en media y extrema razón, a lo
que antiguamente llamaban en “divina proporción”, puesto que consideraban que
las personas cuyo cuerpo verificaba esta proporción tenían la absoluta belleza.
Esto quiere decir que la proporción entre la distancia del ombligo a la planta
de los pies y la altura total es el número áureo.
El número áureo no solo lo podemos encontrar en
la naturaleza o en las antiguas construcciones y representaciones artísticas,
diariamente manejamos objetos en los cuales se ha obtenido en cuanta las proporciones
áureas para su elaboración. Por ejemplo la mayoría de las tarjetas de crédito
tienen la proporción de un rectángulo áureo. También lo podemos encontrar en
las cajetillas de tabaco, construcción de muebles, marcos de ventanas, camas,etc.
En el siguiente enlace podrás ver un artículo de El Confidencial en el que también puedes encontrar información muy interesante sobre el número áureo.
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